Muchas de las nuevas especies encontradas, se deben a la gran exploración realizada, a más de 5 kilómetros de la superficie. Esta distancia, es una zona muy complicada, siendo inaccesible para muchos, tanto por las bajas temperaturas como por la poca luz. En consecuencia, hay que estar muy bien preparado para poder explorar estas zonas lejanas de las aguas. En esta exploración se utilizaron robots sumergibles, taladradores y redes de arrastre.
Y precisamente por la poca luz de este lugar, es que se explica que muchas de las especies de allí hayan creado su propia luz por intermedio de marcas brillantes de su organismo. La adaptación que estas especies deben hacer por vivir, es impresionante.
Adicional mente, los científicos han develado que las plantas, al no poder crecer a esa profundidad, se han tenido que adaptar al metano y al aceite para sobrevivir. También han informado que han encontrado lodos muy ricos en corales, estrellas de mar y cangrejos.
Por último, les cuento que el próximo año es la fecha fin de esta iniciativa, y para concluir estos diez años de trabajo habrán comprimido lo desconocido de las inmensidades de las aguas con un censo de la diversidad, distribución y abundancia, dejando, a la vez, métodos mejorados para el censor amiento del Sistema Global de Observación del Océano, acceso a la data sobre la vida marina, información para la eficiente gestión de los recursos marinos, y mucha información.
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